La ciudad está muy chula, tiene un casco antiguo muy bien cuidado, con 38 kilómetros de soportales (y menos mal, porque el sábado nos cayó el diluvio universal xD). De esos 38 km, debimos recorrer unos 25 más o menos en los tres días que estuvimos allí...
A la Torre Asinelli (la alta y no torcida) se puede subir, y a pesar de mi aprecio por las alturas, subí hasta arriba. La vista es realmente espectacular, y la verdad es que merece la pena el ascenso, aunque las escaleras mandan cojones.
La ciudad tiene muchas cosas que ver (la ciudad entera merece la pena, realmente), pero lo que más me gusta con mucho es la Piazza Maggiore, ya sea de día o de noche. Además de la Basílica de San Sempronio, el Palazzo D'Accursio, y otras cuantas cosas, todo el tiempo había animación, gente paseando, música y baile, malabaristas...
Además de todo, el sábado pillamos una fiesta, no sé muy bien con motivo de qué, aunque llegamos a la conclusión de que tenía que ver con el paso de la primavera al verano. La gente iba disfrazada (aunque sin gastarse mucha pasta, oiga, que había algunos que simplemente se habían puesto una camiseta verde y se habían colgado yedra de las orejas xD), había desfile, tambores, tragafuegos, y unos cuantos perroflautas (al principio creí que era una protesta contra el plan Bolonia...)
Y como final, uno de los secretos de Bolonia, una ventana que mira a Venecia. En mitad de una pared, han abierto una ventana a la que todo el mundo se asoma, y se ve un canal subterráneo de la ciudad. Me tendrá que servir hasta que vaya a Venecia de verdad ;)
Y por si hay alguien que no ha terminado hartico de tanta foto, en mi flickr teneis algunas más
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