El tema es que en los 6 meses que estuvimos allí, adelgacé unos 5 kilos, sin dietas, deporte, y de hecho zampando como siempre o incluso más. Claro, yo más feliz que una perdiz, cebándome y encima adelgazando (el jefe, que estaba a dieta perenne, no estaba muy conforme con que yo adelgazase, pero es que la vida no es justa ;) )
Y entonces tuvo lugar un suceso que cambiaría drásticamente ese ritmo de adelgazamiento, amenazando con convertirme en una bola con patas: volver a Granada, y más aún a casa de mi madre...
Ahí se hizo patente la necesidad de hacer algo que me evitase recuperar esos 7 kilos (sé que eran 5, pero es que conociendo a mi madre, bien podría "recuperar" 7 en poco tiempo), por lo cual tomé una dura decisión, ¡me apunté a un gimnasio!
P.D: No es el mío, pero este es más bonito
Así que nada, voy a un gimnasio que está "extremadamente lejos" de mi casa, a ver si así retraso lo inevitable. Y teniendo en cuenta que llevaba sin moverme desde... sí, hombre, si me acuerdo... ah, pos va a ser que no, no me acuerdo cuándo dejé de hacer deporte, pos eso, que he estado un tiempo con unas agujetas de la muerte. Además, cuando ves esas máquinas, piensas de todo menos que son para hacer deporte, concretamente una que me recordaba a la rueda de tortura de los castillos medievales :P
De momento tengo contrataos 3 meses (ofertas y tal), pero en mi casa hay dudas sobre cuánto duro allí. Se admiten apuestas...