lunes, 23 de marzo de 2009

Viaggio a Milano

El fin de semana pasado estuve de viaje en Milán. Un viaje relámpago, ya que eran menos de dos días, pero al menos me dio tiempo a ver la ciudad (gracias a dios, no tiene mucho que ver...). Y como esta semana ha sido infernal y por fin vuelvo a tener algo de tiempo, pues aprovecho para postear.

Empezamos por la zona de "tiendas en las que no te atreves a entrar", ya que en la Via della Spiga y Monte Napoleone están las tiendas de Dolce & Gabanna, Versace, Roberto Cavalli... vamos, que precisamente la Marcha Verde de Granada no es, no...

Cuando ves un zapato enmarcado en un marco de oro (bueno, dorado), te acojonas


Después llegamos a la parte central de la visita turística, el Duomo de Milán, para mí el más impresionante que he visto, más o menos empatado con el de Florencia (sigo sin decidirme por uno o por otro...). Además, tuve la inmensa suerte de haberlo visto sin andamios en la fachada, ya que hace poco que los quitaron, y llevaban puestos 6 años xD

La fachada del Duomo, bellisima* (* dicho con acento italiano)


Sí, subí hasta arriba. Parece que ya no me dan miedo las alturas ;)


La plaza del Duomo vista desde lo alto. Y sí, tanto desde arriba como desde abajo, tengo fotos pa aburrir xD


Tras atravesar la Galería de Vittorio Emmanuelle y ver la Scala de Milán (seguro que por dentro habría sido más bonito), llegamos hasta el Castello Sforzesco, lo que viene siendo el castillo de los Sforza, mecenas de Leonardo da Vinci.

El Castello Sforzesco. Detrás había unos jardines muy bonitos, pero comenzaba a estar hasta el gorro de hacer fotos


Ya por la tarde, tras realizar una cata de la gastronomía local (mmm, panzerotto, creppe de nutella e mascarpone...), entramos a Santa María delle Grazie y vimos el Cenacolo, la Última Cena de Leonardo da Vinci. De aquí no tengo fotos, básicamente porque se me habrían echado encima los guardas si saco la cámara, y no me apetecía especialmente.

La ciudad estaba llena de cables del tranvía. Y os aseguro que los tranvías eran ancestrales, seguramente los primeros que se construyeron


La cena la hicimos en un sitio con "Happy Hour". En teoría, te pides una bebida y con eso puedes comer todo lo que quieras en plan buffet libre. En la práctica, resulta que esa bebida vale 8 euros. Eso sí, debo reconocer que los cojines estos eran comodísimos (y con lo cansaos que estábamos, peligrosos...)



Todo bellisimo* (* acento italiano otra vez, sí), y si bien en dos días te sabe a poco, por lo menos tuvimos tiempo para ver casi todo. El próximo viaje, espero que sea un poco más largo, eso sí xD

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy empezando a pensar que os vais de viaje como el que va al supermercado de la esquina, no paráis xD

Si yo hubiera ido hubiera comido pizza, como si lo viera :P Y de postre tiramisú (mmmm que bueno está).

Quique dijo...

Tampoco es que me vaya tanto de viaje... siempre menos de lo que me gustaría xD

por cierto, vuestro blog resucitó, o era un espejismo? porque no me deja entrar casi nunca...